La astronomía en la Grecia antigua

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La astronomía en la Grecia antigua

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Recreación de instrumentos astronómicos en Alejandría. J. Planella. Ilustración para "La ciencia y sus hombres", J. Seix Editor. Barcelona, 1879.

Todos los estudiosos coinciden en que la astronomía como ciencia comenzó en la Grecia antigua. Los egipcios, caldeos, chinos o aztecas habían avanzado en la elaboración de tablas astronómicas, pero sin pretensiones filosóficas ya que se trataba de un conocimiento reservado a una casta sacerdotal o mistérica (incluso ministerial). Pero, libre de la atadura supersticiosa y con un arraigado espíritu cívico, los pueblos del Mediterráneo, inventaron el método científico.

San Agustín se quejaba de que Tales y Anaximandro nunca atribuyeron la causa de la actividad cósmica a una mente divina. Fue un tiempo de librepensadores, como Demócrito, quien imaginó el átomo, que consideraba inútiles (cuando no dañinas) las religiones dominantes y no creía en dioses ni almas: "Nada existe, aparte de átomos y el vacío".

Pero fue un conocimiento fugaz. No tardaron en castigarse estas ideas radicales, hasta el punto que el pensamiento científico se resintió hasta Copérnico.

Imagen: Recreación de instrumentos astronómicos en Alejandría. Crédito: J. Planella. Ilustración para "La ciencia y sus hombres", J. Seix Editor. Barcelona, 1879.

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La escuela jónica: Tales, Anaximandro y Anaxímenes

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Tales expone sus teorías ante el tirano Periandro y su mujer en Mileto. P. Ros para "La Ciencia y sus hombres" (Ed. J. Seix, Barcelona, 1879)

En otro artículo hemos estudiado ya La escuela jónica de astronomía, pero vamos a resumir algunas de sus valiosas contribuciones:

Tales de Mileto (630 - 545 aC.)

  • según Aecio fue el primero en decir que la Luna se ilumina por el Sol, idea que se transmitiría en el mundo antiguo
  • nuestro universo se encuentra completamente rodeado y soportado por el agua; sería como una burbuja esférica en el seno de una masa liquida. Los astros flotan en las aguas superiores
  • la Tierra es redonda y todos los astros giran a su alrededor.

Anaximandro de Mileto (c. 610 - 546 aC.)

  • discípulo de Tales, afirmaba que la Tierra es curva y trazó el primer mapa para uso de navegantes
  • no existe una base de agua que sustente el universo
  • distinguía los planos del Ecuador y la eclíptica
  • todo se suspende en el aire
  • pluralidad de los mundos: nuestro universo no es el único que existe. El principio vital del universo (el aire), aseguraba, puede contener un número infinito de mundos.

Anaxímenes de Mileto (585 - 524 aC.)

  • las estrellas se encuentran clavadas en una esfera de cristal, una idea que pronto se haría popular y que marcaría el pensamiento astronómico.
  • retrocede en las ideas astronómicas al considerar la tierra plana como una meseta inclinada para explicar la ocultación de los astros
  • la Luna tendría luz propia olvidándose de las eficaces teorías de la escuela jónica
  • los astros (como el Sol y los planetas) arden, se sostienen en el aire y pueblan las esferas celestes.

En definitiva, una astronomía sencilla popular y eficaz que rápidamente cuajó en un paradigma que duró cientos de años.

Imagen: Tales expone sus teorías ante el tirano Periandro y su mujer en Mileto. Ilustrador: P. Ros para "La Ciencia y sus hombres" (Ed. J. Seix, Barcelona, 1879).

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El eterno retorno: Jenófanes y Heráclito

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Heráclito en el fresco de Rafael Sanzio: "La escuela de Atenas" (1510)que se encuentra en el Vaticano. Rafael Sanzio: "La escuela de Atenas" (1510

En muchos casos como el de Jenófanes de Colofón (c. 580 - c. 475 aC.) se retrocede aún más en el conocimiento del cosmos al considerar que los cuerpos no se mueven de manera circular, sino recta, por encima de una tierra plana que se traslada siguiendo una recta indefinida, sin fin. Cada día sale un nuevo sol sobre una tierra que se extiende y cada noche aparecen nuevas estrellas. Su principal aportación es buscar leyes que explicaran la precisión de los movimientos celestes al margen de los dioses.

Heráclito de Éfeso (535 - 484 aC.) aseguraba que el sol se apaga por la noche y se enciende con un nuevo día. Todos los astros son pequeños: el sol tiene la anchura de un pie humano y consolida la idea del eterno retorno.

Imagen: Heráclito en el fresco de Rafael Sanzio: "La escuela de Atenas" (1510) que se encuentra en el Vaticano.

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La escuela pitagórica: Pitágoras, Parménides, Filolao

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Pitágoras de Samos. J. Armet para "La Ciencia y sus hombres" (Ed. J. Seix, Barcelona, 1879)

La escuela pitagórica promovió la idea de que la Tierra tenía forma esférica. Tanto por los dictados de la Geometría y la Aritmética, como por razones estéticas ya que en la armonía de las esferas, esta figura representa la perfección.

Pitágoras de Samos (c. 580 - c. 495 aC.) consigue hacer sonar todas las anteriores letanías astronómicas en una sinfonía de los mundos, la armonía de las esferas. El orden y la armonía rigen el universo. Según Plinio, Pitágoras creía que el movimiento de los cuerpos celestes no era aleatorio, sino que emitían notas determinadas por las leyes musicales de los intervalos armónicos. Así, el intervalo musical existente entre la Tierra y la Luna era de un tono; de la Luna a Mercurio, un semitono; de Mercurio a Venus, un semitono; de Venus al Sol, una tercera menor; y así sucesivamente hasta lograr la escala pitagórica: do, re, mi bemol, sol, la, si bemol, si, re (aunque distintos autores ofrecen distintas versiones).

Desde nuestra óptica contemporánea resulta un tanto infantil este concepto de armonía, pero bajo su subyugante sencillez, Kepler construyó un edificio del que bebe toda la astronomía moderna. Como escribe el filósofo y escritor Arthur Koestler: "constituye uno de los más sorprendentes episodios de la historia del pensamiento, y un antídoto a la extendida creencia de que la lógica gobierna el progreso de la ciencia".

La Antitierra

Teofrasto de Lesbos (c. 371 - c. 287 aC.) explica la concepción pitagórica del funcionamiento del universo y adjudica esa idea al pitagórico Parménides de Elea (c. 540 - c. 470 aC.). El centro del cosmos lo ocupa el fuego central, Hestia, el hogar, el fuego central o lugar primordial en torno al cual giran 10 cuerpos celestes. El más próximo a Hestia es la Antitierra, oculta para los habitantes de la Tierra porque se encuentra siempre en oposición tras Hestia y responsable de los eclipses de luna. Viene luego la Tierra, la Luna, Mercurio, Venus, el Sol, Marte, Júpiter, Saturno y las estrellas fijas, cada cual situado en una distancia correspondiente a las proporciones musicales.

Las regiones cósmicas de Filolao

Existirían dos regiones en el cosmos:

  • una inferior por debajo de la Luna (mundo sublunar), que nos incluye y que es fuente de vida y muerte, de generación y corrupción
  • y el mundo superior que es incorruptible.

Este esquema astronómico propuesto por Filolao de Crotona (c. 470 - 385 aC.) fue rechazado por la corriente de pensamiento oficialista astronómica, pero tuvo gran predicamento entre los filósofos posteriores como Platón.

Filolao estableció que la Tierra está dotada de movimiento. Imaginó que giraba en torno a un punto externo en el espacio describiendo un círculo completo cada 24 horas y aunque no sirvió para establecer una teoría matemática, abrió una nueva forma de enfrentar el estudio de los astros, rompió con la tradición geocéntrica y estableció la rotación terrestre y los movimientos anuales de los planetas.

Imagen: Pitágoras de Samos. Ilustrador: J. Armet para "La Ciencia y sus hombres" (Ed. J. Seix, Barcelona, 1879)